domingo, 8 de octubre de 2017

RETRATO DE LEGANÉS.

Un librillo de hace 10 años me aparece en un DVD, y en este afán, de querer darles luz, hallo un retrato escrito de Leganés cuando Montoya llegó a la alcadía, poema incluído en "La desnudez de la idea"
LEGANÉS.
Leganés es una Mancha sin Quijote,
una tarde de verano con vino peleón,
una escultura de Arencibia en porcelana,
un Rocinante castrado y sin pradera.
Leganés es Montoya en bicicleta
un día de Pleno sin vecinos,
un Butarque sin lago y aves muertas,
un hombre eunuco en taparrabos.
Leganés es un molino con piedras de cartón,
una luna colgada de un columpio,
Leganés, una política sin rumbo,
una vivienda en alquiler desamueblada.
Y votamos cada cuatro mayos sin cuaresma
a la hora del vermut a las izquierdas,
Leganés es la pereza secuestrada,
un oasis de laguna seca en sed,
donde los niños ven a Nensi como un colega
de pellas cotidianas, consentidas.
Leganés es un balón de reglamento,
un ladrillo gigantesco que hace ricos,
el cemento que mancha los colmillos,
un EMSULE de sueños imposibles.
La huella de Ráez en las esquinas,
la huída de Bragado sin mochila…
Leganés universal y provinciana,
en cada amanecer nos roba una sonrisa.
JOSMAN.

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